” Recuerda: no vinimos a la tierra por razones conyugales, la vida en pareja, deberá estar subordinada a tu misión, porque lo conyugal, con toda la importancia que podamos asignarle, es sólo una rama del árbol de la vida. “
Por la mañana ellos salen a desayunar, se les observa felices, comenzó la aventura conyugal, los sueños forman largas listas de espera, la esperanza duerme tranquila, los gemidos precedentes dieron paso al apetito matinal, no hay preguntas, sólo pupilas sedientas de luz. Los labios florecen en su primavera, los pechos recuerdan las estrellas visitadas recientemente, impolutos deseos juegan con creativas lencerías, el
placer vino con intensión de quedarse, los muros de lo prohibido fueron rebasados, anoche se encontró un poema de amor, saltando el muro más alto.
Al mediodía la imagen idealizada ya quedó derretida, el frío baño de realidad, erradicó el calor inicial, reduciéndolo a cenizas de recuerdos, castillos de arena devastados por las olas, paraíso convertido en desventura. No es mala suerte ni capricho del destino, cuando se busca al amor, nadie responde, dicen que anda por ahí, algunos le han visto llorando, quizá se está buscando, tal vez nunca se había encontrado.
Confundir amor con enamoramiento es incendiar las oportunidades recibidas, es amarrar libertades sin norte ni propósito profundo, es matar a cuatro manos, el embrión de la ternura que al otro día, se reedita el libreto, los rostros son distintos, el guion permanece, el desenlace parece clonado; habrá nuevos reinicios, quien no aprende de sus errores, está condenado a repetirlos. ¿Dúo o duelo? La energía sexual distrae al principio y hastía después, es sólo cuestión de tiempo cuando se ignora el arte de manejar la energía sagrada. Si él o ella, no son la compañía adecuada, los intentos serán vanos, ambos deberán estar con la intensión de volar en la misma dirección, además de tener alas y sincronizados movimientos.
Nadie vino a la tierra por razones conyugales; elegir un compañero de vuelo, está reservado a quienes vinieron a crecer acompañados, no todos poseen ese diseño, algunos sólo requieren ser acompañados, en una o dos etapas de su vida. Lo legal está descartado, ningún certificado matrimonial vale, cuando el amor se agota. El amor es lo único que legitima la unión de la pareja, sin amor, la convivencia deviene en adulterio o prostitución, o simple vecindad, sin embargo, no resulta higiénico dormir con el vecino.
Las mujeres en este tiempo, tendrán más dificultad de encontrar compañeros con alas, si la situación es esa, podrían elegir la vía chamánica esto es, construir lo que no existe y si ello no es posible, declararse discípulas del compañero dormido, aprendiendo de él rápidamente el camino que no debemos seguir. Agradece su sacrifico y dinamiza tu crecimiento, aprende el amor incondicional y la paciencia casi infinita, fortalece tus debilidades y aprende a tomar con humor las agresiones, trabaja la imperturbabilidad y la creatividad; si todo eso no fue suficiente para despertarlo, después de un tiempo prudencial, regálale tu ausencia y continúa volando, en la perspectiva de cumplir tu misión en la tierra.
Para quienes constataron que su viaje evolutivo incluye estar acompañados, resulta de fundamental importancia elegir la compañía adecuada. Recuerda: no vinimos a la tierra por razones conyugales, la vida en pareja, deberá estar subordinada a tu misión, porque lo conyugal, con toda la importancia que podamos asignarle, es sólo una rama del árbol de la vida. Entonces precisarás preguntarte qué tipo de persona requieres para compartir tu vuelo y multiplicar tu aprendizaje, ya sabes que la relación conyugal, está subordinada al cumplimiento de la misión, la idea es: juntos para volar, pero cada uno con sus propias alas.
Se recomienda comenzar meditando juntos, contemplando el amanecer e intercambiando energía matinalmente, para consagrar el flamante día. Ser compañeros de viaje incluye saber lo que el otro siente, piensa y anhela, conocer la misión que viene a desarrollar en la vida y construir juntos, puentes que conecten ambos itinerarios, es ayudarse mutuamente a crecer y comprometerse a permanecer juntos mientras el amor los una, conectados a nivel mental, emocional, espiritual, además de físico y laboral, en actividades creativamente diseñadas para estar juntos pero no siempre, en una convivencia donde cada uno tenga su espacio pero se visiten sorpresivamente, perpetuando el noviazgo indefinidamente, tejiendo una libertad compartida, basada en
principios elegidos voluntariamente y de manera mutua, todo ello, plasmado en acuerdos que establezcan claramente cuáles son las reglas de ese juego sagrado donde amar se convierta, en la única manera de vivir juntos.
No vinimos por razones conyugales, tampoco estamos en la tierra para sufrir o complicarnos la vida. Si decidimos compartir el regreso a la casa grande, es importante aprender a comunicarse de tal manera, que muchas veces sin palabras, ya sepamos lo que el otro nos está diciendo. Se trata de vivir unidos pero libres, en una soberanía conyugal que nos mantenga blindados a cualquier influencia externa negativa y sin embargo, abiertos al aprendizaje y las buenas influencias.
Estamos aquí por razones evolucionarías; si decidimos acompañarnos en el trayecto, que el amor sea la manera, la felicidad el punto de partida y la libertad el contexto. Estar juntos incluye también, saber renunciar a algunos deseos personales, que estando solos, podríamos cumplirlos, empero en pareja, podrían resultar una imprudencia existencial. Estar juntos implica escuchar al otro sin prejuicios ni juicios, simplemente hacerle saber que cuenta contigo, es disfrutar de su presencia y sentirse seguro con la confianza que nos inspira; es decirle cosas hermosas y positivas, ayudarle con nuestra crítica constructiva, comunicarse hasta entende
rse, sin dejar de disculparse cuando corresponde y ser autocríticos cuando sea necesario.
Estar juntos significa dar más de ti de lo que el otro espera, porque el amor es incansable, es perdonar errores y proponer una vida con creciente creatividad; es expresar lo que sientes sin temor al rechazo o la censura, es celebrar sus éxitos y ser constantemente agradecidos, es crear actividades juntos y saber estar separados, cultivando saludables nostalgias que alimentan el amor y la felicidad.
No vinimos a la tierra por razones conyugales, vinimos a completar una historia evolucionaria. Si es posible continuar creciendo, cumpliendo nuestra misión, acompañados por vínculos afectivos, encontremos o reciclemos la relación para estar con la compañía adecuada. El amor está dispuesto a todo, por eso cuando se convierte en libertad, asombra a los temerosos; el amor corona de sublime al presente y le presenta a la eternidad, es movimiento envolvente procedente de otras realidades, esa tempestuosa sensación que clausura vacío
s y sinsentidos, porque el amor está fabricado con el material de otras realidades.
Si decides crecer acompañado, asegúrate de estar tan ocupado, que no tengas tiempo para quejas ni otras banalidades; asegúrate de no interferir tu propósito existencial y certifica cada día crecimientos y aprendizajes y más importante aún, asegúrate de haber convertido al amor, en tu manera de vivir.
Un día, encendí el amor y fui consumido por él, desde entonces me siento condenado a amar sin condiciones ni apegos porque el amor no admite las idolatradas represiones. Amanecer con el amor despertando a tu lado, resulta mágico, si cada uno supo encontrar el momento, la actitud y el lugar adecuado para guardar sus alas. ¿Dónde estás? He visto tu ausencia en mi ve
ntana, pero sé que existes en alguna parte de mis recuerdos. ¿Te das cuenta? El amor viene de lejos, por eso está capacitado para fundir metales y destrozar temores. ¿Quieres compartir esa magia con alguien
? Contempla su mirada, si ves en ella, un jardín de flores luminosas, arremolina toda tu voluntad y pon tren de aterrizaje a ese sueño, nada más, como dijo el poeta, asegúrate que tenga alas y que anhele volar en la misma dirección.
El resto, es acostumbrarse a no acostumbrarse y cultivar primaveras, sabiendo que todo esto se reducirá un día, a la festiva continuidad de nuestro crecimiento, adereza
do por el placer de compartir el vuelo y el haber fabricado juntos, una colección de hermosos recuerdos, con categoría de huellas inspiradoras, para quienes deseen correr el riesgo de amar, con todas sus consecuencias.